Según diferentes analistas y datos estadísticos, para el 2021 se prevé una recuperación económica y un mayor nivel de inversión extranjera hacia México. Sin embargo, la IED (Inversión Extranjera Directa) está condicionada a la posibilidad de nuevas “oleadas” de COVID-19, junto con la recuperación de la confianza empresarial y una mayor sensibilidad del gobierno hacia las necesidades del sector privado extranjero en México.
El análisis es el siguiente: Siguiendo las cifras económicas presentadas por BANXICO y la Secretaría de Economía a fines del año pasado, durante el período concentrado 2010-2020, la IED en México presentó un crecimiento de 2.3%, pasando de US $ 27.14 mil millones en 2010. a 27.78 millones de dólares en 2020, mientras que para el primer trimestre de 2021 la IED alcanzó los 11.86 millones de dólares, lo que representa un aumento del 14.8% con respecto al primer trimestre de 2020.
Sin embargo, esta cifra de US $ 27.78 mil millones representó una disminución del 18.8% con respecto a 2019. “Esta contracción está asociada a la pandemia”, explicó el análisis realizado por la consultora Salles Sainz Grant Thornton. De hecho, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) estimó que en 2020 los flujos globales de IED disminuyeron 42%, en comparación con 2019, según el “World Investment Report” publicado en enero de 2021, que muestra que México tuvo un mejor desempeño. atraer IED en comparación con el resto del mundo.
Según el informe de IED presentado por la SE, estos US $ 11.86 millones en el primer trimestre de 2021 fueron reportados por 1,872 empresas con participación de capital extranjero, 883 contratos fiduciarios y nueve personas jurídicas extranjeras.
El informe de la SE muestra además que el principal elemento de la IED en el primer trimestre de 2021 ha sido gracias a la reinversión de utilidades, US $ 7.02 millones (59.2%); para cuentas entre empresas, US $ 2.62 mil millones (22.2%), y para nuevas inversiones o patrimonio solo US $ 2.20 (18.6%).
Al referirse al origen de las inversiones, el informe de la SE indica que el principal país de donde México ha recibido IED es Estados Unidos, US $ 5.04 millones (42.5%), seguido de España, con US $ 1.43 millones (12.1%); Luxemburgo, con US $ 0.96 millones (8.2%); Reino Unido, con 0.65 millones de dólares (5.5%); Canadá, con US $ 0.56 millones (4.8%), mientras que otros países sumaron el 26.9% restante.
El principal destino de los flujos de IED es el sector industrial, siendo la manufactura el principal subsector de destino (46.6%). Le siguen el sector de servicios financieros y de seguros (14.6%), minería (13.9%), comercio (11.5%), energía (3.4%) y servicios de alojamiento temporal (3.2%). Los sectores restantes capturaron el 6.8%.
Realidad, reubicación y expectativas de la pandemia
La coyuntura del COVID-19 ha provocado una profunda crisis económica que ha afectado a la IED mundial. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en su informe “Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe, 2020”, debido a la pandemia, la mayoría de los sectores productivos del mundo se vieron afectados de manera generalizada, que se extendió sucesivamente a las inversiones transfronterizas, que podrían registrar una reducción de entre el 30% y el 40% a finales de 2021.
De acuerdo con el citado documento de la CEPAL, entre las transformaciones que sufrirán las cadenas globales de valor en la próxima década, se puede considerar la retirada, en diversos grados, de la producción internacional, que tiene como consecuencia una disminución de la inversión extranjera, aunque se presta especial atención a la reubicación nacional (reubicación).
Esta reubicación podría volverse muy relevante para las industrias de alta tecnología. Pero específicamente, en el sector automotriz, este punto es ambivalente: el alto monto de inversiones ya realizadas en los principales países latinoamericanos productores de vehículos (Brasil y México) y el grado de preparación técnica alcanzado por su fuerza laboral generan un alto nivel de competencia territorial. raíces que hacen poco probable el regreso de estas industrias a sus países de origen.
Pero, por otro lado, según expertos en este sector, el nivel de IED no aumentará en 2021 pues las inversiones ya están en México. Según Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), será difícil ver grandes inversiones en las plantas de ensamble en el 2021, salvo las inversiones que se realizan anualmente para el cambio de líneas de producción, de nuevos modelos o cambios en los actuales. Para Cuevas, si bien la industria automotriz, considerada una actividad esencial, no se vio totalmente afectada por la pandemia, ya se han realizado importantes inversiones en el país en los últimos 10 años, provenientes de fabricantes de automóviles como Kia (Nuevo León), Toyota. (Guanajuato) y BMW (San Luis Potosí), que, dijo, “aún están en proceso de maduración”.
En este contexto económico conservador, “se espera que se recuperen las expectativas de IED hacia México para 2021”, según la consultora Salles Sainz Grant Thornton, posicionando lo reportado por BANXICO en febrero de 2021 (US $ 26 mil millones) como la expectativa promedio para 2021 .
¿Hay confianza para invertir?
Según AT Kearney, empresa que elabora anualmente su índice de confianza en la IED mundial, en 2020 el ranking de los países más confiables para invertir lo lideran Estados Unidos, Canadá, Alemania, Japón y Francia, México (que estaba en el puesto 25 en 2019) se dejó fuera, atribuyéndolo a la priorización de inversiones de bajo impacto económico y social, cambios en el sector energético y cancelaciones de proyectos.
En este sentido, AT Kearney afirma que la recuperación de la economía global luego del COVID-19 es fundamental para atraer IED a México; sin embargo, “las condiciones económicas internas también serán relevantes para generar mayor confianza para la inversión en el país”.
Según la CEPAL, los beneficios de la IED se obtendrán cuando las políticas de atracción de IED se integren y coordinen con las políticas de desarrollo de un país (en este caso, México). “Si bien la IED por sí sola no resuelve los problemas relacionados con el crecimiento económico, puede asumir un rol importante en la medida que se alinee con sus objetivos estratégicos”, según su informe “Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe”.
¿Vamos hacia nuevas estrategias de colaboración?
Cabe señalar que la estrategia del gobierno mexicano para atraer IED se ha basado en la creación de un marco regulatorio que ofrezca transparencia al inversionista, más que en construir políticas basadas en incentivos para promoverlo.
“Los nuevos escenarios internacionales hacen necesario que la IED y las políticas para promoverla sean parte de un proyecto más amplio que permita la inclusión social, la igualdad y una creciente sostenibilidad ambiental”, dijo Salles Sainz Grant Thornton. Pero, para ello, es necesario no solo ofrecer las condiciones para que llegue el capital extranjero, sino que es necesario crear las condiciones para que el capital se convierta en fuentes generadoras de mayor productividad, innovación y tecnología. En otras palabras, es muy necesario un esquema de mayor colaboración entre el gobierno y la iniciativa privada. ¿Lo veremos en 2021? .