La industria de semiconductores es uno de los sectores clave para el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. De acuerdo con el Plan México, la meta para 2030 es duplicar la oferta local en fabricación de chips, así como alcanzar 10 mil millones de dólares en inversión, y el norte del país es una zona clave para alcanzar estas metas.
Inicialmente, Plan México considera la zona fronteriza norte y el noroeste del país como dos de los principales parques industriales con mayor impacto en el sector, y esta decisión no es casualidad, pues se trata de una de las regiones más desarrolladas en materia de infraestructura de chips.
Aunque el documento enfatiza que los polígonos no son limitantes y se podrían considerar más zonas, la realidad es que el norte del país ya cuenta con la presencia de múltiples empresas enfocadas en el segmento de semiconductores discretos y circuitos electrónicos integrados, conocidos colectivamente como SC-Core.
En este sentido, el norte y el Bajío son dos de las zonas más prometedoras de México en el segmento SC-Core, de acuerdo con la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (Fumec) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
De acuerdo con estudios de estas instituciones, la mayor parte de la inversión se concentra en Baja California, principal centro de manufactura electrónica del país, seguido de Jalisco, Chihuahua, Nuevo León, Sonora, Coahuila y Tamaulipas.
Dentro de estos estados se distribuyen todos los procesos de la cadena de suministro de semiconductores disponibles en el país, es decir, cuentan con redes de salas limpias, diseño, manufactura, ensamble, empaque y pruebas, además de academia enfocada al sector e investigación y desarrollo.
De acuerdo con cifras del documento Nearshoring de semiconductores en México, con base en el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas, en la zona fronteriza existen 326 instalaciones relacionadas con el segmento de semiconductores.
Algunas de las empresas más importantes ubicadas en esta zona incluyen Foxconn y Qualcomm en Baja California; Amphenol, en Sonora; Foxconn, en Chihuahua; Celestica, en Coahuila; Lenovo, en Nuevo León; y LG, en Tamaulipas.
“La proximidad de la frontera norte con Estados Unidos ofrece una ventaja geográfica que puede aprovecharse para participar en la cadena de suministro de semiconductores. Esta ventaja facilita el movimiento de personas de manera rápida y económica, lo que sirve como base para la colaboración binacional”, explica el documento.
Un ejemplo de esta colaboración se ha mostrado entre la Universidad Estatal de Arizona, junto con Sonora y Nuevo León, entidades que han desarrollado programas especializados en chips para preparar a los jóvenes en esta industria.
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