Los mercados esperaban en gran medida que Andrés Manuel López Obrador saliera victorioso en las elecciones presidenciales de México el 1 de julio, pero solo ahora comienzan a tomar forma las implicaciones a largo plazo del nuevo mandato político mientras espera la toma de posesión el 1 de diciembre.
El Dr. Michael Hasenstab, CIO de Templeton Global Macro, ofrece su análisis de lo que podría sucederle a México y explica por qué cree que el nuevo presidente debería tener cuidado de repetir la agenda populista de otros líderes latinoamericanos en la historia reciente.
El derrocamiento populista de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) del gobierno del PRI (Partido Revolucionario Institucional) crea algunas incertidumbres políticas. Sin embargo, creemos que el equipo de AMLO ha hecho un trabajo suficiente para asegurar a los inversionistas que hará la transición del gobierno de manera ordenada, "para mantener la estabilidad económica y financiera". Ese es un buen comienzo para el gobierno entrante, en nuestra opinión.
Disciplina financiera vs impulsos populistas
La historia nos ofrece una serie de ejemplos de populistas en América Latina que abandonaron las políticas favorables al mercado en detrimento de sus países, en particular Dilma Rousseff en Brasil o los Kirchner en Argentina.
Si bien AMLO ha mostrado algunos impulsos populistas, como expandir los beneficios de las pensiones o otorgar becas de manera generalizada, su equipo parece consciente de las trampas que a menudo esperan a los gobiernos que alteran la confianza en los mercados financieros de su país.
Durante las últimas semanas, el equipo de AMLO se ha comprometido a mantener la disciplina fiscal y mantener la independencia del banco central. AMLO también ha indicado que no revertirá una serie de reformas críticas llevadas a cabo por su predecesor, como la privatización del sector energético.
Ciertamente, queda mucha política real por ver, pero la atención inicial del equipo a los mercados de capitales y al sector empresarial es una señal alentadora. Además, AMLO ejecutó una política fiscal relativamente responsable durante su mandato como alcalde de la Ciudad de México.
¿Qué tan bien se mantendrán las alianzas políticas de AMLO?
No obstante, existen algunas preocupaciones para el gobierno entrante. El partido de izquierda Morena, que AMLO fundó en 2014, contiene una serie de recién llegados desconocidos que carecen de experiencia política previa, incluidos activistas y celebridades. Su coalición gobernante en el Congreso, Juntos Haremos Historia, disfruta de una mayoría en la Cámara de Diputados, controlando el 62% de los escaños, pero está compuesta por lealtades políticamente contrastantes entre el Partido Laborista (PT) y el partido social conservador PES.
La popularidad de AMLO parece ser el pegamento que une a estas facciones políticas dispares, pero queda por ver cómo esas alianzas se mantendrán unidas en las políticas reales, particularmente si la popularidad de AMLO disminuye.
Incluso el propio partido Morena, que ahora tiene el mayor número de escaños en ambas cámaras del Congreso, tiene poca experiencia en conseguir votos. Creemos que será importante que el gobierno mantenga las reformas recientes y también busque nuevas reformas si México quiere expandir su economía y seguir atrayendo inversiones.
Una respuesta muy positiva de los mercados hasta ahora
Pero a pesar de algunas de las incertidumbres políticas a más largo plazo que siguieron a las elecciones, los mercados han reaccionado de manera positiva en las últimas semanas. Mucho de eso se puede atribuir a que el banco central (Banco de México) continuó aplicando una política ortodoxa en el contexto de las elecciones. Cabe destacar que elevó su tasa de política en 25 puntos básicos (pb) el 21 de junio a 7.75%, al tiempo que indica que pretende respaldar aún más al peso y mantener ancladas las expectativas de inflación.
El peso mexicano ha respondido fortaleciéndose un 10% frente al dólar estadounidense del 14 de junio al 15 de julio, mientras que los mercados han valorado otra subida de tipos de 25 pb en la reunión del 2 de agosto.
En general, persisten una serie de preguntas para el gobierno entrante liderado por Morena, pero no esperamos grandes interrupciones en la fortaleza institucional del país o su economía.
Los inversionistas deben recordar que el gobierno mexicano ha aplicado una política fiscal adecuada durante las últimas dos décadas, al tiempo que protege la independencia de su banco central y mantiene un tipo de cambio de libre flotación. No vemos que esos constructos institucionales se vean alterados.
Nuestra perspectiva para México sigue siendo positiva
Además, la economía de México se ha mantenido en gran parte resistente: el país tiene una de las economías más abiertas del mundo, beneficiándose de los acuerdos de libre comercio con los Estados Unidos, Canadá, Japón, América Central y la Unión Europea. También se beneficia significativamente de los repuntes en el ciclo económico de EE. UU.
Las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) siguen siendo una preocupación constante, pero no es probable que descarrilen los extensos sistemas de comercio entre México y Estados Unidos, en nuestra opinión.
En general, seguimos teniendo una perspectiva positiva para el país. Seguimos enfocados en oportunidades de inversión en el mercado de moneda local de México, ya que el peso permanece subvaluado mientras que los rendimientos en la parte delantera de la curva siguen siendo muy atractivos en más del 7.5%.